Pese a que hacer ejercicio es una de las actividades más saludable que existen, para muchas personas es bastante difícil acostumbrarse a una rutina permanente de ejercicio, ya sea en su propia casa, en el gimnasio, en el parque o en cualquier otro lugar.

Por esa razón queremos profundizar un poco acerca de cómo convertir al ejercicio físico en un hábito que le permita a muchos llevar una vida mucho más atlética y saludable.

📌Solo es cuestión de proponértelo 💪🏼

Lo ideal es entrenar mínimo 30 minutos unas 5 veces a la semana.

Si siente que le es difícil adaptar de 30 a 60 minutos a un horario ocupado, puede dividir su actividad física en intervalos más pequeños de tiempo. Intente hacer ejercicios durante 10 minutos por vez a través de todo el día. Es importante tener en cuenta que convertir al ejercicio en un HÁBITO es tan saludable que hacerlo en cualquier cantidad es mejor que nada.

Muchos deben estar preguntándose cómo hacer para comenzar este proceso. En primer lugar, se debe hablar con el médico personal. Esto es especialmente importante si no se ha estado activo, si se tiene algún problema de salud, si existe un embarazo o si se es un adulto mayor. Se puede comenzar a trabajar con un período de 5 a 10 minutos de ejercicio ligero o una caminata rápida, incrementando gradualmente la intensidad y frecuencia de su actividad.

Para convertir el ejercicio físico en una actividad de rutina

Debes elegir una actividad que sea del agrado propio y que el cuerpo pueda adaptarse a ella. También es muy positiva la compañía y ayuda de un compañero para hacer ejercicios, puesto que representa una fuente de apoyo y estímulo y podría evitar que se omita algún día del entrenamiento. Del mismo modo, puede intentarse con variar la rutina con el propósito de evitar el aburrimiento o alguna lesión por exceso de carga física.

Elegir una hora conveniente para hacer ejercicios es importante para mantener al cuerpo relajado y descansado.

Es mejor no hacer actividad física luego de comer o cuando la temperatura esté en algunos de sus extremos (mucho calor o mucho frío).

Para convertir el ejercicio en un hábito es necesario procurar que sea un proceso entretenido, y para ello se puede intentar, por ejemplo, escuchar música mientras se está entrenando.